Monday, July 21, 2014

A travez del tiempo



A través del tiempo



A medida de que la humanidad ha ido evolucionado, se ha intentado remplazar  las tendencias agresivas, el salvajismo y el instinto animal que llevamos bien adherido en nuestros genes a expresiones más sutiles. Cuando la humanidad dio el salto al lenguaje escrito se produjo un enorme avance sobre las expresiones animales básicas hambre, sed, dolor, deseo frio, calor etc.

Hay tantas teorías que tratan de explicar cuál es la cualidad distintiva que nos separa de los animales pero ninguna es más convincente que nuestra capacidad para dominar el lenguaje y la escritura, y un sinfín  de libros para corroborarlo.
Por medio del lenguaje se pueden decir y hacer cosas sin llegar al contacto directo. Se puede atacar, se puede alabar, se puede crear una magnifica pieza literaria y al mismo tiempo destruir el carácter de una nación, persona o raza. Se puede enaltecer y/o envilecer.
Por ejemplo; los aztecas eran un pueblo cruel despiadado y maldito. Después de haber sido expulsados de Aztlan por las tribus nephitas debido a su carácter destructivo, emigraron hacia el sur dejando a su paso solo destrucción y dolor.  Practicaban la hechicería, los sacrificios humanos, y la guerra sistemática.
O se puede decir también. Los aztecas eran un pueblo valiente disciplinado y refinado, amante de las artes, la astronomía, la agricultura, la arquitectura y la religión cosmogónica.
Tanto las religiones como la ciencia nos muestran una visión de la humanidad muy similar. Pero no fue hasta el siglo  XX con los avances en el terreno de la psicología cuando pensadores y científicos como Segismundo Freud
postularon ciertas teorías que tienen sentido para explicar ese animal racional llamado hombre.
Según Freud  todos encerramos una fiera rabiosa que siempre quiere escapar,  gritar, copular, comer y a veces hasta destruir o herir. Esa bestia se encuentra escondida algunas veces dormida en esa maraña inexpugnable de pensamientos y emociones reprimidos que guardamos en el subconsciente. Para Freud somos una vasija de deseos reprimidos, una bestia enjaulada que busca salirse a todas horas. Todos los actos de salvajismo de la humanidad, crímenes, guerras,e inclusive los robos y los atracos que efectúan las elites financieras en contra de pueblos enteros son el resultado de esa bestia que se escapó y buscó satisfacer su instinto de dominación.
Si alguna vez le han dado un vistazo a las notas rojas de EUA o México veremos un sinfín de actos de violencia de humanos contra otros humanos, sin contar la que les inflijamos a los animales. Asesinatos, robos, violaciones y hasta torturas sin distinción de edad o sexo. Es esa bestia salvaje y hambrienta que anda suelta y buscando victimas.
Algunos de los condenados a muerte en EUA se han atrevido al último momento de confesar que sienten una urgencia irresistible por intoxicarse con la adrenalina que les da el quitarle la vida a otra persona o el forzar a alguien sexualmente y posteriormente asesinarla.